cm. 24,5 x 29, pp. 280, copertina rigida con cofanetto, in ottime condizioni.
Un catálogo es siempre la memoria viva y duradera de un evento importante.
El evento es, en este caso, la presencia insólita de la Sede Apostólica en la Exposición Internacional que se está celebrando este año en Zaragoza.
Tal presencia, que se concreta fisicamente en un espacio de 500 m2 en el Pabellón soporte de los pabellones de las naciones, no es pasiva ni contemplativa, sino activa y comprometida.
La Sede Apostólica ha accedido a participar en la Expo para aportar luz, la luz de la razón práctica iluminada por la fe, al diálogo de los pueblos sobre la significación y la importancia del agua para la vida del hombre en la tierra, tanto para su vida fisica como para su vida espiritual. Como dije el 22 de marzo del año pasado en mi transmisión del Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI al Director General de la FAO, “la gestión duradera del agua se convierte en un desafio socio-económico, medio ambiental y ético, que concierne no solamente a las instituciones, sino a la sociedad entera (…) Todos estamos llamados a cambiar nuestros modos de vida mediante un esfuerzo educativo capaz de devolver a este bien común de la humanidad el valor y el respeto que ésta merece en nuestra sociedad. Este esfuerzo de educación puede apoyarse en numerosos textos sagrados de diferentes tradiciones religiosas, como es el caso de la Biblia, en donde el agua aparece simbólicamente como fuente de la vida y en donde su presencia se asocia a menudo a la alegría y a la fertilidad, asumiendo también un papel de purificación, de re- novación y de renacimiento”.